Recién entrada la tercera década del siglo XXI, en América Latina se ha configurado un nuevo escenario con el avance de fuerzas políticas de izquierda. A los ya habituales Cuba, Venezuela y Nicaragua, surgido de diversos procesos electorales se han sumado Bolivia y México, a finales de la segunda década, y recién entrados los 20´s Argentina, El Salvador, Panamá, y recientemente Honduras, Perú, Chile, Colombia y Brasil, de manera que gobiernos progresistas se han instaurado en la mayoría de los países de la Región. El auge de la izquierda se entiende después del establecimiento de políticas neoliberales que desencadenaron diversos problemas económicos y sociales reflejados en un aumento de la desigualdad y la pobreza; la inseguridad social y pública; la precariedad de los sistemas de educación y de salud; entre otros; generando el descontento de la población con las élites gobernantes y distanciamiento con los líderes de centroderecha y de derecha que asumen los valores neoliberales.
Así, las propuestas en que se apoya la expansión de la izquierda en América Latina se fincan en combatir los problemas añejos y estructurales que padece la Región, como son la desigualdad social, la pobreza y la corrupción. Las plataformas de gobierno se orientan en atender los sectores históricamente marginados, por ejemplo, “primero los pobres” de López Obrador; “para vivir mejor”, de Gabriel Boric, que si bien resulta ser una frase bastante genérica, la entrada a su discurso como presidente electo “buenas noches, Chile”, empezó Boric, para proseguir repitiendo el saludo en rapanui, aymara y mapuche: “Pō nui, suma aruma, pün may, Chile”, marcó el sentido de la inclusión, así como su mensaje de “cambios sin dejar a nadie atrás”. Uno de los lemas de campaña de Pedro Castillo en Perú fue “no más pobres en un país rico”. Al asumir la presidencia prometió mejoras sociales y reformas económicas y reiteró su compromiso: “Este Gobierno ha llegado para gobernar con el pueblo y para construir desde abajo. Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino. (...) Yo también soy hijo de este país fundado sobre el sudor de mis antepasados”.
Los ejes de la propuesta de Gustavo Petro en Colombia fueron la paz, el medio ambiente, las mujeres y la igualdad de oportunidades para los excluidos y los más desfavorecidos. Por su parte, el discurso de la vicepresidenta electa, Francia Márquez, imprimió el reconocimiento a las mujeres y las minorías: “Después de 214 años logramos un gobierno del pueblo, un gobierno popular. El gobierno de la gente, de las manos callosas, el gobierno de la gente de a pie, el gobierno de los nadies y las nadies de Colombia”. Si bien, domésticamente, la inclusión social y económica son les ejes fundamentales y más sentidos por la población, para lo cual los líderes de izquierda plantean la socialdemocracia recuperando la capacidad estatal para promover mayor equidad económica e igualdad social en el marco de una economía capitalista, no son los únicos itinerarios ya que también plantean compromisos con componentes nacionalistas y antimperialistas.
Un tema que nos llevó a escribir la actual editorial tiene que ver con las reacciones de los opositores de derecha una vez que la derrota electoral es inminente. Como sabemos, en los regímenes democráticos existen normas y mecanismos para dar cauce legal a los conflictos poselectorales debido a que en cualquier elección popular es de esperarse que los derrotados no acepten los resultados y recurran a diferentes dispositivos que los marcos jurídicos locales proveen para impugnarlos. Sin embargo, nos referiremos a aquellas reacciones que rebasan las normas y ponen en riesgo la democracia después de la culminación del proceso democrático. Comenzamos abordando el caso de Brasil por ser reciente pero también porque la acción de los contrarios a Luiz Ignácio Lula da Silva nos llevan a plantearnos la fragilidad de la cultura democrática en sociedades altamente polarizadas por afectos hacia diferentes proyectos de nación.
Desde la confirmación de Lula como candidato presidencial en julio del 2022 la extrema derecha personificada por Jair Bolsonaro comenzó a imprimir la orientación de las estrategias que serían operadas en la disputa por la presidencia. En vísperas de las elecciones, tratando de aumentar su popularidad en los sectores donde Lula registra mayor adhesión, Bolsonaro recurrió a los recursos públicos para su beneficio y con el apoyo de la mayoría del Congreso Nacional, liberó 27,000 millones de reales para el programa Auxilio Brasil;i destinó al menos 48,000 millones de reales en la Caixa Federal para beneficios sociales y créditos para las mujeres; relanzó el programa Você no Azul de renegociación de deudas vencidas de empresas y personas físicas para beneficiar hasta 4 millones de ciudadanos y 400,000 empresas con deudas vencidas por más de 360 días, con descuentos del 40% al 90% del monto adeudado; aprobó el uso de recursos a futuro del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio, que protege a trabajadores despedidos para la compra de vivienda popular; bajó el precio del combustible; y distribuyó fondos a través del presupuesto secreto sin trasparentar su uso.
Otra de las estrategias más importante fue la comunicación con declaraciones que mueven significados simbólicos como “es una batalla del bien contra el mal” para seguir con afirmaciones sin fundamento de que el sistema de votación electrónica de Brasil es susceptible a fraudes, sí, el mismo sistema que posibilitó su triunfo en 2018, con el objetivo de ir preparando a la opinión pública para desacreditar el proceso en caso de no ganar las elecciones. Siguiendo la misma línea de declaraciones sin fundamento, el internet fue el espacio de comunicación preferido para que Bolsonaro montara una extraordinaria maquinaría de producción de fakenews difundidas a través de Facebook, Instagram, YouTube, Twitter, TikTok y cadenas de WhatsApp. Para esto contó también con la tribuna de las iglesias evangélicas.
Bajo la premisa del refrán popular “el golpe de la sartén, aunque no duele, tizna”, porque no importa si es verdad o mentira sino el poco o mucho daño que se pueda causar con el intento, la información falsa difundida por la maquinaria bolsonarista buscó no sólo deslegitimar al sistema electoral y las instituciones encargadas de supervisarlas acusándolas de facilitar fraudes, sino que también el propio Bolsonaro se encargó personalmente de hacer falsas declaraciones como que su Gobierno había “erradicado la corrupción sistémica que había en el país”ii o decir que si ganaba el Partido de los Trabajadores se implantaría un ‘kit gay’ en las escuelas para “enseñar a los niños a ser homosexuales”.
Mensajes de redes aseguraban que el ex jugador de football Pelé apoyaba la candidatura presidencial de Jair Bolsonaro con una imagen que lo mostraba con una camiseta dedicada a Bolsonaro. Asimismo circularon redes sociales un falso plan de gobierno de Lula da Silva que incluía en su programa “ideología de género” en las escuelas; control de las redes sociales; la creación de un “Ministerio de la Verdad, donde el Gobierno dice lo que es verdad o no”; el fin de la lucha contra el narcotráfico; cuando en este punto en realidad el programa electoral de Lula da Silva proponía una nueva política sobre drogas que incluía medidas de prevención, tratamiento y asistencia a los dependientes a las drogas. Algunas de las fakenews incluyeron un supuesto titular del Globo con un titular supuestamente publicado por el portal de noticias en el que Lula da Silva proponía ayudar financieramente a Venezuela.
Durante el desarrollo de la jornada electoral las falsas noticias no cesaron ya que propagaron un montaje con la foto del candidato Ciro Gomes que decían que el candidato presidencial pedía el voto para Bolsonaro y anticiparon falsos resultados donde supuestamente desde países como Nueva Zelanda y Portugal afirmaban que el recuento de votos ya había finalizado dando la victoria a Bolsonaro con un margen muy amplio sobre Lula. Pero sin duda, las acciones más peligrosas para ejercicio democrático desarrolladas el día de la jornada electoral tienen que ver con la violación de los derechos políticos de la población votante presionando, intimidando, amenazando y violentando la legalidad con diversas maniobras, como fue la utilización de la Policia de Carreteras y retenes militares para impedir que la población en las regiones donde el PT es más votado pudiera trasladarse para ejercer su voto; o el acoso en los centros de trabajo por parte de empleadores partidarios a Bolsonaro presionando la intención del voto de sus trabajadores con la amenaza de despedirlos del trabajo. Según datos del Ministerio de Trabajo, hubo más de 2.400 denuncias de este tipo de acoso e intentos de manipulación del voto popular (Dutra, 2022).
Por otra parte, a mediados del año las encuestas de intención del voto daban a Lula una ventaja sobre el entonces presidente de más de 10 puntos porcentuales pero esta diferencia se redujo a poco más de 4 puntos para la segunda vuelta electoral. Bolsonaro sabía que podía perder las elecciones pero con una diferencia pequeña. Tal circunstancia lo hizo tomar nuevos atrevimientos para preparar un rechazo a los resultados colocando en una situación complicada al país brasileño. Estuvo preparando el escenario para una primera opción de demandar por la legitimidad de las elecciones, pero la periodista brasileña Eleonora Gosman señaló que también se evaluó la posibilidad de suspender las elecciones programadas para el 30 de octubre y postergarlas para más tarde. De acuerdo con la misma fuente, pudo haber un intento de Golpe de Estado con la participación de las Fuerzas Armadas, toda vez que tres días antes de las elecciones Bolsonaro tuvo una reunión con militares en Brasilia.
Finalmente las elecciones se llevaron a cabo como estaban previstas el domingo 30 de octubre y Lula da Silva obtuvo el 50.9 por ciento de los votos contra el 49.1 por ciento para Jair Bolsonaro, lo que en número de sufragios representa dos millones de separación, convirtiendo a Lula en presidente por tercera vez. Sin embargo, en las calles se vivieron dos escenarios contrastantes. Por una parte, miles de personas salieron a festejar en Rio de Janeiro la próxima llegada del izquierdista al Palacio del Planalto; por el otro, en distintas ciudades del país hubo manifestaciones a favor del derechista pidiendo una intervención militar para impedir que el presidente electo se instauré en el poder. Para el lunes, un día después de las elecciones, camioneros bloquearon avenidas y carreteras principales cuestionando los resultados por reñidos en al menos 12 estados de Brasil. A la postre, el todavía presidente guardó silencio y solamente dos días después se pronunció en público y, sin conceder directamente la victoria a Lula, dijo que seguirá cumpliendo la Constitución del país.
Esta actitud de Bolsonaro ha alentado a sus simpatizantes para seguir manifestándose realizando protestas pidiendo, incluso, que intervengan los militares. Desde que se dieron a conocer los resultados los simpatizantes bolsonaristas no dan tregua, dos semanas después de las elecciones simpatizantes de la extrema derecha volvieron a manifestarse frente a los cuarteles del ejército en varias ciudades, entre ellas Río de Janeiro, São Paulo y Brasilia, solicitando la intervención a las Fuerzas Armadas para “salvar el país de las garras del comunismo”. Para el 21 de noviembre las protestas escalaron a la violencia con incendios de camiones y una ambulancia. Por su parte, desde su derrota electoral, Bolsonaro se ha dirigido en dos ocasiones a la nación para decir que las protestas son legítimas.
Apegado al plan percibido, el presidente saliente, tres semanas después de perder su reelección, acusó a un error de software en la mayoría de las máquinas de votación electrónica y exigió a la autoridad electoral que anule los votos emitidos. Esto fue respaldado el mismo martes 22 de noviembre por el Partido Liberal quien pidió Tribunal Superior Electoral (TSE) que invalide los votos de más de 280,000 urnas electrónicas, con el argumento de “fallos de funcionamiento”. La petición fue cuestiona por errores en los informes en que se fundamentó y por no presentar pruebas del supuesto fraude. Por su parte el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, declaró que la queja del Partido Liberal había sido interpuesta “de mala fe”, era “una ofensa contra las normas democráticas” y que buscaba “animar los movimientos criminales y antidemocráticos”. La respuesta del TSE al Partido Liberal fue una multa de 22,900 millones de reales, algo así como 4.3 millones de dólares.
Lo que expusimos en este escrito se refiere la estrategia de la derecha en Brasil para tratar de conservar el poder presidencial ante la inminente derrota electoral anunciada por las encuestas de intención del voto. Si bien hicimos una crónica de lo sucedido en la más reciente, pero importante, elección electoral en la Región, el regreso a la izquierda del país más grande de Latinoamérica da el reinicio y consolidación de un nuevo ciclo progresista y, con ello, el retroceso y derrota de los gobiernos conservadores y neoliberales, lo cual reabre nuevas posibilidades para que América Latina vuela a retomar y reimpulsar el desarrollo nacional, el bienestar popular y general, la justicia social, la democracia participativa y la cooperación Sur-Sur. En el contexto geopolítico estamos ante condiciones extraordinarias para volver a retomar nuestro lugar en el Sur Global y en su liderazgo, formando parte de los BRICS.
Ahora, las vías escogidas por el candidato de extrema derecha y sus adeptos no son nuevas ni exclusivas ya que se han presentado en otros países latinoamericanos. Algunas de ellas se han instalado como estrategia permanente de la oposición para golpear a los nuevos gobiernos, por ejemplo, la difusión sin interrupción de fakenews. Aunado encontramos también acciones concertadas entre las diferentes fuerzas opositoras para tratar de crear un ambiente de ingobernabilidad. La institucionalidad les provee, en algunos casos, las posibilidades de oponerse sistemáticamente a las propuestas legislativas y trabajos del ejecutivo. Con ayuda de los medios de comunicación construyen una narrativa para presentar una falsa realidad del país presentando a la opinión pública un escenario víctima de la naturaleza “corrupta”, “ineficiente”, “antidemocrática”, “represiva” y “dictatorial” de aquel líder popular victorioso del proceso electoral que osa tocar los intereses de los poderes fácticos. Ahora, este segundo proceso progresista no será fácil, estará acechado permanentemente por las fuerzas conservadores y neoliberales que trataran de colocar obstáculos como el LAWFARE contra Cristina Fernández, la vicepresidenta de Argentina y la destitución reciente del Presidente Castillo.
Sin más pasamos a exponer el cuerpo de artículos de este número.
Región Latinoamericana: Economía, Política y Sociedad
En primer lugar, presentamos Narrativas de trabajo agrícola de mujeres jefas de familia que migraron a Navolato, Sinaloa, México, de Leonor Tereso Ramírez y Celso Ortiz Marín. El objetivo de esta investigación fue recuperar narrativas de trabajo agrícola de jefas de familia que migraron a campos de cultivo y empaque de Villa Juárez, Navolato, Sinaloa, México. Es estudio se llevó a cabo con enfoque cualitativo de tipo exploratorio, descriptivo, transversal y de campo, realizado desde el método etnográfico y teniendo como técnica los grupos de discusión mediante grupos de discusión con la participación de diez mujeres, para lo cual se empleó una guía de preguntas detonadoras y observación participante. El análisis teórico y de resultados se sustenta en la teoría feminista y se transversaliza la perspectiva de género, además de considerar como enfoque la interculturalidad a fin de visualizar aspectos respecto a la influencia que tiene la pertenencia étnica en estudios referentes al trabajo agrícola. Los resultados se presentan en cuatro subapartados: a) inseguridad laboral versus conciliación del trabajo doméstico y extradoméstico, b) violencia laboral versus consenso ante la precarización laboral, c) división sexual del trabajo versus etnicización del trabajo agrícola y, d) zonas fronterizas versus satisfacción personal.
Fabiola Sánchez Correa nos presenta Signos, símbolos y significados de género como organizadores del proceso de trabajo entre edecanes. En este trabajo se hace un análisis cultural para desentrañar los significados que subyacen a la organización de la actividad y a la realización del proceso de trabajo de las edecanes en la Ciudad de México. El interés del artículo es mostrar que en el centro de la creación de esta escena se encuentra los ordenamientos normativos del género femenino representados simbólicamente, a partir del cual se organiza el campo de esta actividad: la organización de las trabajadoras y la segmentación del proceso de trabajo. El marco general de la investigación fue el paradigma interpretativo con el cual se comprende lo social a través del análisis de los fenómenos subjetivamente significativos de la acción social. El trabajo de campo se realizó a través de entrevistas estructuradas, semiestructuradas y encuentros informales con edecanes en su espacio de trabajo, con representantes de agencias y la recuperación de perspectivas de otros sujetos fuera de la actividad. En los espacios laborales también se hicieron observaciones discretas y flotantes que se registraron en diario de campo, acerca de cómo se lleva a cabo el proceso de trabajo y las interacciones entre trabajadora, empleadores y consumidores. Asimismo se realizó el análisis de imágenes fotográficas y videograficas ofrecidas por las propias agencias a través de la red para complementar las narraciones orales de las personas entrevistadas en lo que respecta a los criterios de contratación de las trabajadoras y las significaciones asociadas.
El análisis se realizó a través de la comprensión de producción de sentido dentro del universo simbólico que se configura en el campo de trabajo develando cuatro ordenamientos simbólicos sobre la feminidad en la vertiente del universo de lo erótico en las categorías del trabajo estético, corporal, emocional y de performance. También se reconoce que la actividad gestiona un conjunto de componentes sensibles, que forman parte de las habilidades, talentos y características que poseen las trabajadoras edecanes y que conjuntamente tienen la finalidad de componer una escena laboral para interpelar a los consumidores y así incentivar la compra de productos y servicios.
El análisis se realizó a través de la comprensión de producción de sentido dentro del universo simbólico que se configura en el campo de trabajo develando cuatro ordenamientos simbólicos sobre la feminidad en la vertiente del universo de lo erótico en las categorías del trabajo estético, corporal, emocional y de performance. También se reconoce que la actividad gestiona un conjunto de componentes sensibles, que forman parte de las habilidades, talentos y características que poseen las trabajadoras edecanes y que conjuntamente tienen la finalidad de componer una escena laboral para interpelar a los consumidores y así incentivar la compra de productos y servicios.
El tema del trabajo sigue presente en Descifrando las relaciones laborales en la plataforma Uber de Mayra Selene Lamas Flores e Irma Lorena Acosta Reveles. Este artículo propone que la automatización y uso de dispositivos digitales en el sector de la prestación de servicios ha modificado y alterado la organización y modalidades del empleo, afectando a amplios sectores de la población. Las autoras estudian el caso de Uber para explicar las particularidades de las relaciones laborales que se configuran entre esta empresa y los conductores. Para ello, analizaron los términos y condiciones del contrato signado virtualmente por los operarios del transporte en cuestión y aplicaron 30 entrevistas semiestructuradas a conductores y conductoras, de los aproximadamente 300, que trabajan mediante esta plataforma en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe del estado de Zacatecas, México.
Los resultados se interpretan mediante el concepto de “trabajo no clásico” de Enrique de la Garza en diálogo con la noción neomarxista de “relaciones laborales”. Los hallazgos se presentan en función de tres categorías: negociación, control y subordinación, y alienación. Entre los principales ellos se encuentran una peculiar y novedosa forma de subordinación con una relación en la que legalmente no se reconoce un vínculo laboral; además del control del que son objeto los conductores; así como los mecanismos alienantes mediante los cuales la empresa obtiene sus ganancias. Si bien, en los nuevos modelos de negocios que las tecnologías de la información y la comunicación propician, las relaciones laborales persisten en la subsunción real, pero en el caso de los operarios de transporte de la plataforma Uber incluso se va un poco más lejos en los desequilibrios y subordinación entre el trabajador y el propietario de los medios de producción, pues esta actividad conlleva además procesos de despojo respecto del patrimonio o activos del trabajador. Todo lo anterior es posible gracias a la ventaja tecnológica de la empresa Uber que se materializa en la aplicación con la cual laboran los conductores y que hace posible una relación de trabajo profundamente desigual y libre de cualquier regulación estatal en la mayoría de los países donde opera.
En el trabajo Alternativas para la representación política de la población indígena: el caso rarámuri en Chihuahua, Carlos Regino Villalobos Espinosa, expone las vías de representación política de la comunidad Rarámuri. Ahí la comunidad indígena, con asesoría del Instituto para la Integridad Rarámuri, A.C., estableció un plan de acción que busca mejorar la calidad de vida de la población asumiendo que la representación política y el reconocimiento del sistema normativo tradicional es la incidencia más efectiva para salvaguardar el resto de los derechos de la población indígena. En México, los pueblos y comunidades originarias cuentan con el derecho reconocido a la libre determinación y al consentimiento informado. Esto quiere decir que pueden definir sus mecanismos internos de gobierno e impartición de justicia. Pero aunque existe un reconocimiento expreso en la Constitución Mexicana, sólo once de los Estados refuerzan el reconocimiento explícito de estos derechos en sus constituciones estatales, el resto lo hacen de manera tácita o lo omiten por completo.
Así mismo, no existe un procedimiento, nacional o estatal, estandarizado para que las comunidades originarias puedan acceder plenamente a sus derechos políticos, es decir al reconocimiento público de sus formas de gobierno, sus métodos de enseñanza comunales y de sus mecanismos de impartición de justicia. Han sido las iniciativas locales, con sus procesos de incidencia pública disimiles, regionalizados y distantes, pero no estériles lo que han logrado que pocas comunidades accedan al reconocimiento público y oficial de sus derechos. Para el autor, esta clase de esfuerzos deben ser expuestos, conocidos y presentados a la población indígena, a fin de que tengan alternativas puntuales y así elaborar planes de incidencia locales.
José de Jesús García Ramírez en Ciudadanía Precaria en México: el estado actual de los jóvenes, analiza los problemas que ha sufrido el sector juvenil en México para gozar de forma plena los derechos ciudadanos durante los últimos años. Se realiza un énfasis en las esfera social y laboral de la ciudadanía por lo que se examinan aspectos como: desempleo, empleo informal, pobreza, condiciones laborales precarias y migración. Fenómenos, que, a su vez, se relacionan con otras problemáticas que refieren a procesos de exclusión y desigualdad social como el abstencionismo electoral y la violencia.
El autor parte de un marco teórico del concepto moderno de ciudadanía, para después, precisar lo que se entiende como ciudadanía precaria. Esto, con el fin de debatir el discurso universalista de igualdad y libertad que ha acompañado a la idea de ciudadanía. Para el análisis presenta datos sobre los jóvenes en el país: se examina el aspecto sociodemográfico para entender su importancia como sector y finalmente, se muestran cifras que dan cuenta de las condiciones laborales de los jóvenes. Los datos presentados sobre el desempleo, el empleo informal, la migración y pobreza dan cuenta de la gran cantidad de jóvenes que son parte de los excedentes de población, lo cual significa que viven en peores condiciones peores y de mayor exclusión respecto a los grupos etarios más grandes. De igual forma, aun y cuando los jóvenes están dentro de una relación salarial en el empleo, sus condiciones laborales tienden a ser con bajas remuneraciones, sin contrato escrito, sin prestaciones laborales, ni acceso a servicios médicos y sin acceso a un sindicato. En este sentido, su ejercicio de ciudadanía está determinado por un estado de exclusión laboral dentro de los primeros años lo que supone la imposibilidad de acceso legal y práctico a otros derechos como los políticos y civiles ya que no se vive una plena libertad.
Esta limitación laboral que viven muchos jóvenes tiene su raíz en lo estructural, aunado a los elementos culturales, psicológicos y biológicos que influyen en este proceso. Asimismo, las condiciones estructurales de exclusión y de precariedad existentes generan una situación en la cual los derechos políticos existen, pero no se ejercen plenamente, proceso social denominado “democracia tendencialmente excluyente”, que es propiciada por la organización capitalista neoliberal.
Por su parte Jaqueline Garza Placencia en La institucionalización de la protección social en una periferia brasileña, estudia los procesos de institucionalización de las demandas y acciones de los actores locales que han transformado sus repertorios de organización y movilización para incidir en el campo de la protección social en un espacio periférico caracterizado por múltiples violencias en las periferias de la ciudad de São Paulo, Brasil. Este artículo fue elaborado con un trabajo empírico que incluye descripciones etnográficas y relatos de activistas que narran sus trayectorias de vida y recorridos profesionales en la periferia. La investigación en campo se llevó a cabo en el año 2017, se realizaron 30 entrevistas a integrantes de organizaciones civiles dedicadas a la implementación de los servicios de la política de Asistencia Social en los barrios de Santa Madalena y la Hacienda de la Juta, ambos pertenecientes al distrito de Sapopemba. Este es un distrito que en los años 80 se comenzó a habitar por migrantes de diversos estados y por las familias de otros lugares del estado de São Paulo que llegaron al territorio para integrarse a las movilizaciones por la ocupación de las tierras y la autoconstrucción de viviendas en asentamientos irregulares.
La autora examina los conflictos, dilemas, desafíos y paradojas que las organizaciones civiles tienen que enfrentar al implementar la política de asistencia social en el territorio. Encuentra que los actores sociales organizados para defender sus derechos experimentaron procesos de institucionalización para mantener su incidencia en la región, por lo que algunos de los activistas, líderes y representantes religiosos se integraron en organizaciones civiles para actuar con un repertorio institucionalizado en el ámbito de la protección social. La interacción entre actores sociales y estatales influyeron en las formas de organización de la localidad al transformar las actividades socioeducativas que realizaban en servicios de la política de Asistencia Social. También encuentra que, al tratarse de actores locales que están fuertemente vinculados al territorio, las acciones colectivas enfocadas en la protección social adquieren un sentido distinto cuando son propuestas “desde adentro”. No obstante, el trabajo colaborativo y voluntario promovido por los actores de la Iglesia Católica progresista cambiaron a partir de los diversos intereses promovidos por otros regímenes morales, expresados en el mundo del crimen o la Iglesia Evangélica.
El artículo Las políticas contra la pobreza en Brasil, México y Venezuela de Israel Atenco Paredes, se elaboró realizando un análisis comparativo entre algunos de los programas de política social, implementados en las últimas tres décadas, especializados en el combate de la pobreza de Brasil, México y Venezuela. A pesar de que los procesos han pasado por diversas etapas y contextos, coinciden en su esquema de focalización desde donde se implementa una política de Trasferencias Monetarias Condicionadas (TMC). El análisis está estructurado por una síntesis sobre la implementación de los programas, una descripción de la evolución de las tasas de pobreza por ingresos en dichos países, y una evaluación crítica de los resultados más notorios.
Las diferentes formas de percepción de la pobreza y la desigualdad determinan trascendentalmente la creación de las políticas públicas en un Estado y su forma en que éste las combatirá. Aunado, la complejidad sobre el problema de la pobreza es fundamental para determinar cómo y cuáles serán los mecanismos que se pongan en marcha para combatir a ésta. La principal herramienta con la que cuenta un Estado, para este fin, es la política social, misma que se da en dos vertientes generales: por una parte, la visión neoliberal y por otra parte la visión de que el Estado es la entidad principal que mediará entre los individuos para resarcir esta problemática, conocida como Estado de Bienestar. Dentro de América Latina las dos visiones se conjugan de tal manera que las principales entidades económicas supranacionales han venido promoviendo un desarrollo neoliberal en las últimas décadas, pero a su vez los Estados cuentan con cierta autonomía soberana para resarcir el impacto con el que la pobreza ingiere en esta.
Continuamos con Movilidad humana y refugio: sobreponiendo dispositivos de resistencia a la necropolítica migratoria en México y EE. UU.: el papel de las organizaciones basadas en fe y servicios sociales en Estados Unidos y México de Lena Alejandra Brena Ríos. Este artículo analiza el papel de las organizaciones basadas en fe y servicios sociales en Estados Unidos y México llevan a cabo una tarea que debería estar realizando los gobiernos en ambos países: ayudar a personas refugiadas o migrantes. Mediante un estudio de caso, con entrevistas semiestructuradas e investigación documental, la investigación recabó información cualitativa de organizaciones no gubernamentales. Los objetivos de la investigación fueron conocer los propósitos, prácticas y discursos de estas organizaciones sobre quiénes son los migrantes y personas refugiadas para ellos. Además, analiza sociológicamente los dispositivos que la autora denomina “administración de la resistencia basada en la construcción de una comunidad de fe”.
La autora aborda la investigación desde la perspectiva teórica de la necropolítica, por la cual se entiende que los contextos y los espacios de violencia definen los límites de la vida y la muerte de las personas que se ven forzadas a huir de la guerra, el narcotráfico, la delincuencia, las amenazas medioambientales, la explotación o extractivismo de recursos, etc. Encuentra que ante un contexto necropolítico de violaciones a derechos humanos básicos como la vida y la integridad de las personas refugiadas y migrantes, estas organizaciones emprenden una resistencia para darles dignidad y valor a las personas refugiadas o migrantes las cuales son tratadas con desprecio o como una carga en las burocracias gubernamentales que se encargan de atenderlos desde el ámbito legal y social.
Filosofía y teoría del conocimiento
En Arte y feminismo en Eli Bartra. Filosofando desde la subalternidad, Eduardo Solano Vázquez reflexiona a través del pensamiento de la filósofa mexicana Eli Bartra la cuestión del arte y el feminismo. Dice el autor que el diálogo y la interpretación del filosofar en Bartra permite examinar la neutralidad e ideología en el arte: éste no niega, sino que asume lo que condicionan las acciones y actividades. El filosofar de Eli Bartra retoma la categoría de ideología para entender su funcionamiento e impugnarlo. Acudiendo a seres afectados por la dominación para dialogar a partir de su situación, nos muestra que la dominación sería imposible sin la ideología.
El texto se suma a la conversación respecto a la dimensión política del feminismo, en ese sentido se señala que los grupos dominantes no quieren asumir que sus acciones carecen de neutralidad pues lo que buscan es perpetuar su dominio. Así pues, uno de los objetivos del patriarcado es mantener la subordinación de las mujeres manteniendo su valoración como objetos. Sin embargo, Eli Bartra con su filosofar muestra que las mujeres son creativas e independientes, por lo cual el cuidado de la familia no es su destino, sino sólo la función que le ha impuesto el patriarcado. Así pues, dedica sus estudios al arte popular realizado por mujeres y ahí comprende que la imaginación no sólo crea cosas, sino también vislumbra otros contextos para realizar la vida.
Por su parte José Iván Zambrano Zúñiga en Consideraciones histórico-filosóficas en torno al cambio de paradigma del Sistema Jurídico mexicano, a partir de la controversia constitucional 293/11, analiza en torno al cambio de paradigma del sistema jurídico mexicano sufrido a raíz de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, en el año de 2011. Zambrano propone que dicho cambio de paradigma jurídico obedeció a la transformación del sistema político-económico mexicano, el cual, a su vez, fue instigado por la globalización, en tanto proyecto de hegemonía mundial impulsado por Estados Unidos a partir de la década de 1970. Es decir, más allá de reformar el sistema jurídico mexicano en función de una causa como la defensa de los derechos humanos, en realidad expresa el interés de la globalización como proyecto político de socavar el principio de soberanía nacional. Por ejemplo, hacer que en el artículo 1º de la constitución mexicana se reconozcan derechos inherentes a la persona más allá del Estado mexicano como fuente de garantía del derecho implica que si el Estado mexicano no es fuente del derecho, puede ser objeto del derecho, lo cual atenta con su papel rector de la vida social, además de equiparar al mismo nivel la constitución y los tratados internacionales.
Geopolítica
Inauguramos nuestra sección de Geopolítica con La continuidad de la Cumbre de las Américas y la reactivación de la CELAC: neopanamericanismo vs neolatinoamericanismo de Alberto Rocha Valencia y Dafne Galicia Zepeda. En este artículo los autores hacen una breve reconstrucción histórica del surgimiento y desarrollo de diferentes organizaciones surgidas en el marco de integración regional latinoamericana y presentan un análisis de lo sucedido en la última Cumbre de las Américas tomando como referencia los propósitos encontrados de los intereses norteamericanos y la posición de un contingente importante de países latinoamericanos. La opinión de los autores es que se produjo un parte aguas entre los actores neopanamericanistas y los actores neo-latinoamericanistas en la Cumbre. Los primeros defendieron el sistema interamericano ya conocido y a la OEA. Los segundos criticaron seriamente a este sistema y su institución central, proponiendo su transformación, como condición para mejorar las relaciones políticas y geopolíticas en el continente. En concreto, la IX Cumbre de las Américas resultó un fracaso importante para los Estados Unidos de América, mientras que para América Latina y el Caribe esta cumbre significó un importante triunfo debido a que los gobiernos de la región, liderados por los gobiernos progresistas, se unificaron ante la exclusión estadounidense de los países de Cuba, Venezuela y Nicaragua en la Cumbre, lo cual impidió que la potencia del norte impusiera su agenda a nivel continental y regional.
En Venezuela y la (des)integración de América Latina y el Caribe: dimensiones geopolíticas de una crisis internacionalizada de Daniel Flores Flores el autor explora el proceso mediante el cual Venezuela, a pesar de haber revitalizado la meta-narrativa de unidad ‘Nuestramericana’ a principios del siglo XXI, se convirtió en el epicentro de la crisis del regionalismo latinoamericano. Para ello, nuestro autor profundiza en la política integracionista del gobierno de Hugo Chávez (1999-2013), especialmente en el uso de la herramienta geopolítica del petróleo. Posteriormente, hace un análisis de la crisis venezolana por las dimensiones geopolíticas de su internacionalización durante el régimen de Nicolas Maduro (de 2013 a la actualidad). En palabras del autor: la integración regional enfrenta un escenario de fragmentación política y polarización ideológica como resultado de las distintas posiciones de los gobiernos regionales frente a la situación que enfrenta el país sudamericano.
América Latina e China: cooperação sul-sul no desenvolvimento e inserção internacional latino-americano de Ítalo Jansen de Sousa Feitosa y Bárbara Brückner, tiene como objetivo analizar el panorama político actual en América Latina y cómo funciona el multilateralismo y la Cooperación Sur-Sur, especialmente en lo que se refiere a las relaciones América Latina-China. La hipótesis es que la cooperación política con China tiene una importancia crucial para el desarrollo político-económico de los países latinoamericanos. De ahí que el trabajo analice inicialmente a América Latina y sus relaciones con Estados Unidos, marcadas principalmente por la injerencia estadounidense en asuntos internos y el subdesarrollo y papel periférico de América Latina como consecuencia de este imperialismo y cómo, luego de la Guerra Fría y el multilateralismo, la cooperación con China ha apoyado el proceso de desarrollo de la región. La metodología utilizada es exploratoria y el método fue la teoría postestructuralista y la teoría de la diplomacia pacífica china. El trabajo muestra que, a pesar de que algunos autores defienden el multilateralismo y las relaciones América Latina-China como una nueva faceta del imperialismo que bloquea el desarrollo de la región, las relaciones con China son importantes para el desarrollo político-económico de los países latinos y para América Latina y su papel en el escenario político internacional.
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Tras la primera vuelta electoral el gobierno aumentó el valor del programa de ayudas Auxilio Brasil, de 400 reales a 600 reales por mes y el de ayudas para el gas de 50 reales a 110 reales. También creó una ayuda mensual de 1,000 reales para taxistas y camioneros. Fuente: https://www.dw.com/es/brasil-aumentan-ayudas-estatales-tras-la-primera-vuelta-electoral/a-63580554 Consultada el 05/12/2022.
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Discurso de apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el 20 de septiembre de 2022.
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Alves, Joédson. (15 de noviembre de 2022). La extrema derecha brasileña vuelve a las calles para pedir un golpe militar en medio del silencio de Bolsonaro. Grupos de simpatizantes del presidente saliente se manifiestan en al menos 12 ciudades de Brasil contra el resultado electoral, mientras el equipo de Lula da Silva avanza con normalidad en la transición. El País. En https://elpais.com/internacional/2022-11-15/la-extrema-derecha-brasilena-vuelve-a-las-calles-para-pedir-un-golpe-militar-en-medio-del-silencio-de-bolsonaro.html
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Dutra, Israel. (5 noviembre 2022). La victoria de Lula fue un gran triunfo democrático contra el autoritarismo. Viento Sur. En https://vientosur.info/la-victoria-de-lula-fue-un-gran-triunfo-democratico-contra-el-autoritarismo/
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Lupion, Bruno. (27 de octubre de 2022). Brasil: aumentan ayudas estatales tras la primera vuelta electoral. Actualidad. DW Made for Minds. En: https://www.dw.com/es/brasil-aumentan-ayudas-estatales-tras-la-primera-vuelta-electoral/a-63580554
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Sin Autor. (27 de octubre de 2022). Eleonora Gosman: “Puede haber un intento de golpe en Brasil, como el que quiso hacer Trump”. La corresponsal en tierra brasileña aseguró que “ayer hubo una reunión de Jair Bolsonaro con militares en Brasilia”. Además, se refirió al temor por la posible prosternación de la votación, prevista para el domingo 30 de octubre. La comparación con el caso de Estados Unidos. Perfil. En https://www.perfil.com/noticias/modo-fontevecchia/eleonora-gosman-puede-haber-un-intento-de-golpe-en-brasil-como-el-que-quiso-hacer-trump-modof.phtml
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