Dejar cuanto antes el desarrollo

Resumen

Las poblaciones más vulnerables de América Latina y del mundo han pagado un costo muy elevado por el empeño de los grandes capitales, respaldados por los gobiernos de todas partes, de normar las dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales a partir de sus necesidades de expansión de la producción, la distribución y el consumo. Bajo esta exigencia, se impulsa el llamado desarrollo económico como “única vía” para la generación de todo tipo de bienes y servicios que supuestamente resolverán las necesidades de toda la población. Esto no ha ocurrido y, por el contrario, lo que develan esas dinámicas son las formas de dominio patriarcal-colonial que siguen ejerciendo el capital y su estado sobre la vida de la gente y la vida de la tierra, precarizándolas y degradándolas a tal punto que comienza a dudarse de la posibilidad de sostener la vida humana en el planeta. Sin embargo, en muchos lugares, colectivos y comunidades están organizándose, resitiendo y luchando para construir  alternativas de vida digna, frente a estas dinámicas patriarcales y coloniales del capitalismo que pretenden seguirlas sometiendo a formas de vida indignas.